Ella busca rostros que pintar y cuerpos de los que enamorarse, tal vez porque ama los rostros que pinta y no deja de pintar los cuerpos de los que se enamora. Ella vive para el arte, porque el arte para ella es una forma de vida, y la vida un modo de arte. Ella permanece soltera, porque le gustan los hombres, casi todos, y las mujeres, casi todas. Pero Jeanine no lo entiende y pretende casarse con ella, aunque Jeanine ya está casada.
“Ella anda” es un relato sobre el amor, la vida, la muerte, el arte –sobre todo lo que preocupa e inquieta a los seres humanos– que mereció el XXII Premio Felipe Trigo de Narración Corta.