Un hombre que acaba de perder a su mujer acude a una partida de póquer y hace una apuesta enloquecida. Cree estar jugándose sólo dinero y algo más, pero pierde el nombre y el contro de su vida. Enfermo de literatura, vive una experiencia que no puede ser verdad pero que tampoco es mentira, y en medio de ese extravío, conocerá el centro de la desolación y la periferia de la locura. De ahí saldrá vencido en ingresará en un silencio que lo acompaña durante veinte años hasta el día de su muerte. Ese mismo día, su hija, empujada por un designio que no acaba de entender, decide regresar a Madrid para vengar la muerte de su padre y vengarse también del veneno de los libros. Allí comprobará que, tanto su padre como ella misma, han vivido al menos dos vidas.
La novela, de prosa sonámbula y cuidada, es la doble historia de una impostura y de la venganza que desata. Pero es también, y sobre todo, una indagación en las catacumbas de la indentidad personal y en los límites entre ficción y realidad que tantas veces explora y rebasa la literatura. Contada en dos tiempos, aúna la intriga y la metaliteratura y, además de contar una sugerente historia, nos enfrenta a los más graves interrogantes que asedian al ser humano.